martes, 15 de diciembre de 2009

La niña del rayo







El sábado, en mi visita al Museo de arqueología y alta montaña de Salta, me topé con una historia que quisiera transcribir: la de “La niña del rayo”. Se trata de una suerte de “momia” de unos 500 años que se expone en un cofre de cristal y a varios grados bajo cero para su conservación. Al morir, tenía poco más de seis años y tras su entierro una descarga eléctrica quemó parte de su rostro, sus prendas y el ajuar que la acompañaba. Formaba parte del grupo de niños que eran ofrendados a 6.730 metros de altura, en la cumbre del volcán Llullaillaco. Se los sacrificaba como ofrenda porque eran sinónimo de pureza. Las niñas eran criadas en la casa de las Vírgenes del Sol donde vivían hasta la edad del sacrificio. Se las adormecía y luego morían congeladas. Los Incas creían que los niños ofrendados no morían, sino que se reunían con sus antepasados y observaban desde bien arriba las aldeas.
La exposición cumplió diez años en ese museo y recomiendo a los que viajen a Salta pegarse una escapada al MAAM. Como impresiona bastante la imagen, preferí subir otro tipo de fotografía simbólica. Los curiosos pueden buscar la foto real en el inefable Google.